En la Calzada de los Gigantes, situada en el Condado de Antrim en Irlanda del Norte, se encuentra una de las formaciones basálticas más espectaculares de la Tierra.
Descubierta en 1692 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986, este interesante paisaje se formó hace más de 60 millones de años. Contiene unas 40.000 columnas de basalto provinientes de una erupción volcánica. En algunos casos las columnas alcanzan los 12 metros de altura.
A pesar de tratarse de un fenómeno natural, la meticulosa disposición de los hexágonos hace pensar en que se han sido colocados allí por una mano misteriosa. De hecho, la leyenda de la Calzada de los Gigantes cuenta como cada una de las columnas eran escalones que utilizaba el Gigante Finn para llegar al isla de Staffa y luchar contra el Gigante Benandonner.
Pero la explicación para la formación de estas columnas está en el proceso de enfriamiento de la lava de un volcán al contacto con las frías aguas del mar.
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